Ruta de la Cañada de las Merinas
Una ruta que
nos permite recorrer una parte de la Cañada de las Merinas, que con una
longitud de 1.600 metros a lo largo del término municipal de Villar y cerca de
21 metros de ancho, el cordel de la Cañada Real de las Merinas fue, durante
siglos, especialmente en la Edad Media, la principal vía de comunicación del
municipio y su principal actividad gracias al continuo trasiego de cabañas de
ganado.
Esta cañada
manchega, que atraviesa el pueblo en sentido este-oeste, fue muy utilizada por
los ganados de la Orden de Santiago y supuso una fuente de enriquecimiento
cultural a través de canciones, bailes, guisos, trajes, y económica, pues se
realizaban al tiempo transacciones comerciales.
Tanta
importancia tenía el cordel de la Cañada de las Merinas, que constituía el eje
central del municipio en el cruce entre éste, el camino de Alcalá y la
carretera de Valencia por Carabaña. También, el pasado de la Cañada se tradujo
en la construcción de más de una veintena de chozos y corrales, para el refugio
de los pastores y de sus ganados, algunos de los cuales aún se conservan, como
el chozo de Los Castaños o el de El Guarda.
En este paraje
se sitúa también la fuente del Escurrizo, una de las cuatro fuentes del
municipio, que servía para proveer de agua a los rebaños que transcurrían por
el Cordel de las Merinas.
En el paraje de Las Pedrizas, próximo al cruce del trazo ferroviario con el Cordel de las Merinas, aún son visibles los restos del apeadero de Villar del Olmo que formó parte del Tren de los 40 Días construido durante la Guerra Civil Española.
Puntos de interés de la ruta:1. Plaza Mayor
10. Pinar