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Casa de los Ollauri

Si hay una vivienda que destaca en Villar del Olmo esa es la Casa de los Ollaurí. Originaria del siglo XVII, los Ollauri edificaron esta casona que, con la abolición de los señoríos pasó a manos de los Villalvilla, quienes más tarde se la venderían a Antonio Escribano, adquiriendo así su tercera denominación, la casa del Tío Antolín.

D. Luis de Ollaurí Paredes-Medinilla (1587) fue caballero de la Orden de Montesa, miembro del Consejo Real de Hacienda en su Contaduría Mayor, alcalde de hijosdalgo de Villar del Olmo y regidor de Guadalajara durante cuarenta años. Además, ocupaba el cargo de teniente de alcalde mayor de Padrones del Duque del Infantado.

El 23 de Abril de 1630 Don Luis de Ollauri ordena la construcción al maestro de obras y albañilería y vecino de Guadalajara, Sebastián del Río, de una casa formada por tres cuartos pequeños y un corredor de 9,90 metros por 3,60 de acuerdo con una sencilla planta. En la escritura de concierto se dice que dicha construcción se hará en la villa del Villar.

Esta casa se decoró con algunos de los lienzos pertenecientes a la colección pictórica de Don Luis de Ollauri. Pensemos que sólo en su casa de Guadalajara tenía una colección de 120 piezas.

Como confirmación de que esta casa solar pertenecía a Don Luis de Ollauri, encontramos en su fachada prácticamente el mismo escudo en piedra que en el Palacio de Miralrío en Guadalajara.

El 1 de Junio de 1803 la casa solar, junto con otros bienes que habían pertenecido a Luis de Ollauri son vendidos. Una de las habitaciones de la parte superior será adquirida por el Concejo de Villar para instalar la sede del Ayuntamiento. En 1947, en estado ruinoso, el Ayuntamiento se traslada al Ollauri en propiedad a D. Antolín Escribano. Ese mismo año será restaurada quedando en el estado actual que hoy la conocemos.

Características

Esta residencia nobiliaria de 250m² está ubicada en el cruce de las calles Cuatro Esquinas y Amargura, formando una L que abraza un patio reducido. El cuerpo principal consta de dos alturas, la segunda de las cuales invade la calle apoyándose sobre pilares de piedra caliza que le dan un aspecto porticado a esa zona de la plaza Mayor.

En el prominente cuerpo superior se abría una ventana renacentista, hoy desaparecida, y un balcón que, durante los años en los que la casa fue Ayuntamiento, hizo las veces de balcón municipal desde el cual las autoridades presidían los actos públicos.

La casa del Tío Antolín supone la única vivienda de este tipo en Villar del Olmo y también el único ejemplo de escudo nobiliario de la localidad.